La Conferencia Women Deliver, una plataforma mundial dedicada a la igualdad de género y a la promoción de la salud, los derechos y el bienestar de niñas y mujeres, se celebró por primera vez este año en un país africano, Ruanda. Durante este hito especial, Elisabeth (16 años) y Prisca (15 años), dos miembros de nuestro Comité Asesor Infantil (CAC) de la organización asociada a Dialogue Works Children’s Voice Today (CVT), dejaron su huella en la conferencia haciendo oír su voz.

De la base al intercambio mundial

La participación de Elisabeth y Prisca en la conferencia Women Deliver puso de relieve el papel esencial que pueden desempeñar las organizaciones de base para lograr un cambio real en las comunidades. Estos jóvenes miembros del CVT compartieron sus experiencias, retos y testimonios adquiridos a través de su participación en las reuniones del CAC. En estas reuniones se debaten problemas polifacéticos a los que se enfrentan sus compañeros y otras personas de la comunidad. Plantean los problemas a las autoridades locales y abogan por soluciones que tengan un impacto duradero.

Capacitación a través del conocimiento

Prisca, miembro del CAC, proclamó: «Necesito saber que los niños y las niñas son iguales». Sus palabras reflejan el campo de tensión en el que se mueven las jóvenes como ella, en el camino hacia la igualdad de género. Destaca el importante papel que desempeñan los chicos como líderes en sus comunidades, al tiempo que reconoce que muchas chicas jóvenes luchan por hacer oír su voz y sentir su influencia. Prisca también habla de cómo una niña discapacitada, gracias a su participación en el CAC, se volvió más abierta y ahora va a la escuela porque aún sentía que podía sentirse cómoda allí. Este ejemplo pone de manifiesto el poder transformador de sus esfuerzos, que permiten a las personas marginadas reconocer su propio valor y potencial.

No vivas en el silencio y el miedo, sino habla, alza tu voz para derribar barreras.

Elisabeth (16 años)

Voces para el cambio

Elisabeth, representante de CVT Children, hace hincapié en el vínculo crucial que existe entre el conocimiento y la capacitación. Cree que alzar la voz puede llevar a superar barreras y, en última instancia, a un cambio real. El mensaje de Elisabeth a las jóvenes es claro: no deben seguir viviendo en silencio y con miedo, sino alzar la voz para derribar barreras. Cree que la diversidad es importante porque, en contra de las expectativas de la sociedad, puede mostrar de lo que son capaces los distintos tipos de personas.

Retos que superar

A pesar de las muchas historias inspiradoras que se pueden contar sobre el empoderamiento, es vital reconocer también los retos persistentes que aún se interponen en el camino de la igualdad de género. A menudo se silencia a las niñas porque desconocen sus propios derechos. Las normas culturales pueden limitar aún más los derechos y las oportunidades de las niñas al afirmar la idea de que la educación es secundaria, especialmente para las niñas de las zonas rurales. La falta de modelos de conducta puede agravar este problema, ya que las niñas de algunos países no tienen acceso a la educación.

Una llamada a la acción

Las historias de Elisabeth y Prisca ilustran poderosamente el papel central que desempeña el conocimiento en la promoción de la igualdad de género y la capacitación. Estamos impresionados por todo lo que estas chicas han conseguido a una edad tan temprana. Al mismo tiempo, vemos que el camino hacia la igualdad de género requiere conocimiento, empoderar las voces de las personas especialmente marginadas, lo que puede llevar a derribar las barreras existentes. Corresponde a gobiernos, organizaciones, comunidades y personas de todo el mundo trabajar juntos por un futuro en el que cada niña y cada mujer comprenda la influencia que puede ejercer con su voz y tenga el espacio para expresarla.